En un anecdótico conversatorio que tuvo lugar este 15 de julio, un grupo de artistas latinoamericanos analizó, desde cada una de sus perspectivas y experiencias en países de alto flujo migratorio, el fenómeno del desplazamiento humano y las desigualdades existentes en torno a su gestión, principalmente en el continente americano.
“Arte y migración: miradas en desplazamiento” fue el título del encuentro artístico, organizado por ARGOS – Observatorio Internacional de Migraciones y Derechos Humanos, en el que interactuaron Ilka Oliva Corado (Guatemala), Wiki Pirela (Venezuela), Honorio Robledo (México), Gilberto Arriaza (El Salvador), Chema Skandal (México) y Sofía Saavedra (Venezuela).
El racismo y las escasas posibilidades de progreso han constituido los principales obstáculos de varios de ellos en los países de acogida, motivo por el cual, consideran, “la resistencia es vital”.
“Migramos buscando salir de un lugar limitado y muchas veces llegamos a otro lugar, quizás, más limitado todavía”, reflexionó el artista mexicano Honorio Robledo.
En su experiencia migratoria, confiesa haber sido “ilegal en un montón” de lugares y países. “Me llevó a la reflexión muy interesante de que, como dicen los cantores, todas las tierras son benditas”, agregó.
Con sus habilidades, ejerció labores en una tienda de restauración de objetos de arte en Estados Unidos, donde labró obras de Dalí, Picasso; y marfiles chinos de miles de años.
“Pero mi salario apenas alcanzaba para pagar un cuartito, en un barrio peligroso, para comer, pagar la vida cotidiana y absolutamente nada más”, lamentó.
Sin embargo, destacó que la realidad de la migración lo llevó a reflexionar y apuntalar su identidad.
“Fue una experiencia muy valiosa. Me di cuenta que tengo adentro una fuerza cultural muy importante. Saber que lo que tenemos como herencia cultural y llevamos en una mochila, en el alma, cuando migramos también se puede impulsar en nuestros lugares”, acotó.
El indocumentado tiene la obligación de resistir
Para la guatemalteca Ilka Oliva Corado, la poesía fue un desahogo a la depresión por el hecho de estar indocumentada.
“El indocumentado no tiene lugar, no tiene una identidad, un papel que le diga: eres persona; no es visto como ser humano, es un objeto de explotación las 24 horas del día. El indocumentado tiene la obligación de resistir, es su obligación moral con los suyos, con las generaciones que vienen, tu legado es resistir”, relató.
Gilberto Arriaza, artista plástico guatemalteco, alude en el dibujo a “esas esperanzas que tienen todas esas personas para abordar ese tren”, arriesgar sus vidas y poder llegar finalmente a la frontera.
Es por ello que planteó en el conversatorio atender y sensibilizarse con la realidad del entorno y la realidad mundial que está en constante movimiento.
Bitácora visual
Wiki Pirela, migrante venezolana en Chile, reveló que el concepto de la “migración fantástica” que concebía cambió con su llegada a la nación austral.
“Tenía un concepto de migración fantástica, como de esas películas ‘gringas’ en que uno viaja y te va hermoso, y en Chile me di cuenta que la realidad no es esa. Aquí empiezo a cuestionar lo que es llegar a otro lugar. Armé una bitácora visual con todas estas reflexiones, cuestionando también el proceso de regularización de documentos que es tan complicado cuando llegas a otro lugar”, narró.
En la pintura, Sofía Saavedra identificó el lugar desde donde podía plantear su pensamiento rebelde. “En ese crear posibilidades de reflexión y experimentar, sale el tema de las identidades nómadas”, comentó la artista venezolana.
El mexicano Chema Skandal, residente en Estados Unidos, compartió su experiencia migratoria y la influencia en su arte, recordando que en sus inicios experimentó con formas de expresión de denuncia y protesta.
“Resistir es vencer, si peleas puedes perder, pero si no peleas estás perdido, viéndolo no como una pelea de confrontación, sino como sostener los principios y mantener la esperanza que tenemos como humanos, no solamente como migrantes (…) Es la condición humana y los miedos que compartimos”, complementó.
El conversatorio “Arte y migración: miradas en desplazamiento” estuvo moderado por Taroa Zúñiga, migrante venezolana en Chile.