Ginebra, 22 de abril de 2021 (ARGOS).- Sobre la base de la Convención de los Derechos del Niño, que establece como obligación de los Estados que la han suscrito el respeto y la garantía del derecho a la libertad e integridad personales, el Observatorio Internacional de Migraciones y Derechos Humanos ARGOS insta a la implementación de medidas de protección para la población migrante infantil en la frontera sur de los Estados Unidos.
En el último trimestre, de acuerdo con The New York Times, la cifra de infantes migrantes no acompañados detenidos a lo largo de la frontera sur se ha multiplicado, llenando centros de detención federales, parecidos a prisiones, donde están expuestos a enfermedades, hambre y hacinamiento.
“Consideramos como hecho grave y urgente las detenciones arbitrarias y el trato inhumano contra la niñez migrante centroamericana ocurridas este año en la frontera sur de los Estados Unidos”, dijo al respecto María Hernández, directora de ARGOS.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden reabrió en febrero pasado un centro de detención para migrantes infantiles que llegan a la frontera con México sin compañía de un familiar.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos mantiene bajo su custodia a cientos de infantes que cruzaron solos el paso limítrofe; muchos de los que están en un centro de detención bajo control de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza aseguran que casi no han visto “el cielo”.
La directora de ARGOS explica que esta situación atenta contra el derecho a la libertad e integridad personales de la niñez migrante, en virtud de lo cual exhorta al cese de toda acción u omisión de funcionarios que conlleven prácticas de discriminación y xenofobia y, en particular, de las que impliquen rechazo de los migrantes infantiles no acompañados, por su origen o nacionalidad.
Asciende cifra de niñez migrante en México en 2021
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Uinicef) comunicó este 20 de abril un incremento exponencial en el número de la migración infantil en México desde el inicio del año 2021, pasando de 380 a casi 3.500 en un trimestre.
“Estos niños llegan después de peligrosos viajes de hasta dos meses, solos, agotados y con miedo. A cada paso corren el riesgo de ser víctimas de la violencia y la explotación, del reclutamiento por parte de las bandas y de la trata, que se ha triplicado en los últimos 15 años”, denunció la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, durante una sesión informativa sobre la situación humanitaria en El Salvador, Guatemala y Honduras.
México, según precisa la ONU, se ha convertido en un país de origen, tránsito y retorno para esta población migrante que proviene en su mayoría de los países del Triángulo Norte de Centroamérica.