Ginebra, 30 de abril de 2021 (ARGOS).- El análisis del libro «Asilo a la venta: Lucro y protesta en la industria de la migración» sirvió como generador del debate para que este jueves sus editoras Siobhán McGuirk y Adrienne Pine, junto al periodista hondureño Bartolo Fuentes y la gestora cultural argentina, Florencia Mazzadi, desenmascararan los perversos mecanismos y la industria emergente que se enriquece de la creciente necesidad mundial de movilidad humana.
ARGOS, el recientemente creado Observatorio Internacional de Migraciones y Derechos Humanos, promovió la discusión sobre este tema complejo y sensible, a través de su primer foro «Migración y asilo: industria y negocio detrás de la movilidad humana».
En el inicio del debate, María Hernández, directora general de ARGOS, contextualizó que el libro citado compila una serie de artículos de activistas que denuncian, mediante un proceso muy acucioso de investigación y con datos fidedignos, la industria y el lucro que están detrás del fenómeno de la migración y la solicitud de asilo.
Siobhán McGuirk, investigadora de la Universidad de Londres-Goldsmiths, explicó que los artículos de investigación recogidos en el libro ahondan en todos los aspectos involucrados en la industria de la migración, incluso en los sueldos deprimentes que reciben los guardias que trabajan en los centros de detención fronterizos, donde encarcelan a los migrantes como prisioneros.
Asimismo, Adrienne Pine, investigadora de ARGOS y profesora de la American University, acotó que además de los centros de detención y la tecnología de control migratorio en las fronteras, también la industria comprende y el libro lo expone, los expertos, como abogados y otros profesionales, que están ganando dinero con todos los procesos de regularización que deben sortear los migrantes dentro de los países de destino o refugio. Expresó que nadie quiere salir de sus comunidades a refugiarse en otro país y que en la corte de asilo no pueden alegar que es el sistema capitalista la causa de origen de la movilidad humana.
Afirmó que la industria de la migración está marcada por una política capitalista e imperialista, y no por un enfoque humanitario de protección de los derechos humanos; en el sentido de que no se aplica de forma universal y un ejemplo concreto está en el estatus de protección temporal (TPS), que en Estados Unidos se privilegia a migrantes provenientes de países enemigos, como Venezuela, y lo obstaculiza a los de Honduras, que viven en una narcodictadura, o haitianos, quienes atraviesan una verdadera crisis humanitaria.
Florencia Mazzadi, presidenta de la asociación civil Cine Migrante, habló sobre la externalización de la frontera y las arbitrariedades implícitas en la diferenciación de categorías entre migrantes y refugiados, y las que se padecen en los puestos de control fronterizos, donde deciden quién ingresa y vive, y quiénes no. También agregó que otras empresas que se lucran en la industria de la migración son las productoras de armas, que proveen a las bandas criminales que trafican con migrantes, y las de tecnología de reconocimiento facial, que instalan en los mecanismos de control fronterizos.
Elogió la conclusión poética del libro «Asilo a la venta: Lucro y protesta en la industria de la migración», en cuanto a que se debe garantizar es el derecho de las personas a no migrar.
«Nadie debería ser forzado a moverse si no lo desea», añadió McGuirk.
El periodista hondureño, Bartolo Fuentes, destacó que desde Estados Unidos se fomenta una calificación de los migrantes de su país como delicuentes que huyen de la justicia y que en los países de tránsito han fortalecido con armamento a los militares que custodian las fronteras. Además, se refirió a los bajos salarios y explotación laboral que sufren los migrantes centroamericanos que logran cruzar la frontera estadounidense.
La editorial PM Press y la ONG Code Pink: women for peace copatrocionaron el foro. El libro promocionado puede ser adquirido mediante el enlace www.pmpress/asylum.